domingo, 13 de diciembre de 2009

De qué color es su comida? Cómase un arco iris todos los días


El artículo de hoy trata acerca del segundo y tercer grupo en las listas de alimentos: las frutas y vegetales. Como es bien sabido, la ingesta de frutas y vegetales es parte indispensable en cualquier plan de alimentación saludable. Las frutas y vegetales son una fuente inigualable de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.

Los beneficios sobre la salud de una adecuada ingesta de estos alimentos son enormes. Las personas que siguen una dieta rica en frutas y vegetales tienen mayor protección contra enfermedades crónicas, como hipertensión, infartos, derrames, e incluso ciertos tipos de cancer en comparación con aquellas personas que llevan una dieta pobre en estos alimentos.

Por su bajísimo contenido calórico y alto contenido de fibra, las frutas y vegetales juegan un papel fundamental en el control de peso. La fibra contenida en estos alimentos ayuda a aumentar la sensación de saciedad, por lo tanto, las personas que consumen abundantes vegetales, comerán menos carnes, granos y cereales y grasas, que son los que aportan la mayor cantidad de calorías.

Hace muchos años se hablaba mucho acerca de la importancia de consumir vegetales de color verde por su excelente valor nutricional. Hoy en día las cosas han cambiado un poco, y no hablamos solo de comer vegetales verdes, hablamos de comernos el arco iris completo! Dentro del grupo de las frutas y los vegetales existen alimentos de todos los colores: rojos, verdes, amarillos, naranja, morado, blanco…y cada uno aporta distintos nutrientes, todos indispensables para gozar de un óptimo estado de salud.

Las frutas y vegetales de color rojo intenso son buena fuente de licopeno. Podemos encontrar este nutriente en: tomates, guayaba, toronja, melón y papaya. Actualmente, el licopeno se encuentra bajo estudio por su potencial efecto en la reducción de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Los vegetales de color verde intenso son excelente fuente de ácido fólico, el cual es un nutriente fundamental para evitar defectos del tubo neural como espina bífida. Estos alimentos son también una gran fuente de antioxidantes asociados a la prevención de enfermedades oculares y ciertos tipos de cáncer. Ejemplos de estos alimentos son: acelga, espinaca y brócoli, entre otros.

Los alimentos de color naranja y amarillo como las zanahorias, camote, mango, güicoy sazón, narnaja y melocotón son fuente de beta caroteno, vitamina C y flavonoides. El beta caroteno es famoso por sus beneficios sobre la salud del sistema inmunológico por su excelente poder antioxidante. La vitamina C y los flavonoides juegan un papel importante en la prevención de la formación de células tumorales y tienen también gran potencial antioxidante.

Los alimentos de color blanco, como la cebolla, ajo, coliflor y repollo contienen sustancias conocidas como indoles y luteína, los cuales tienen reconocido potencial en la prevención de la formación de células tumorales malignas.

Ahora bien, ya discutimos acerca de los beneficios sobre la salud de estos alimentos, pero, cuánto debemos consumir para percibirlos? Luego de muchos años de investigación, se llegó a determinar que se debe ingerir un mínimo de 5 porciones al día de frutas y vegetales para asegurar una adecuada ingesta de todos estos nutrientes y prevenir el riesgo de deficiencias. Pero, cuánto es una porción? Existen listados de alimentos muy específicos, en los cuales cada porción varía según el alimento en cuestión, para fines prácticos se determina que una porción equivale a:

½ taza de cualquier fruta partida en trocitos
1 taza de vegetales CRUDOS
1 ½ tazas de hojas CRUDAS
½ taza de vegetales COCIDOS

En el caso de aquellas personas que tienen diabetes, deberán recordar que las frutas son fuente de carbohidrato, y por lo tanto no pueden abusar de la ingesta de éstas. Para personas con diabetes se recomienda consumir como máximo 2 porciones de fruta al día. Esto no aplica para los vegetales, pues su contenido de carbohidrato es tan tan bajito, que se toman como alimentos libres.

En conclusión, una dieta balanceada incluirá abudantes frutas y vegetales, procurando consumir la mayor variedad posible y vigilando siempre la preparación. La próxima semana continuaremos con el siguiente grupo de alimentos: granos y cereales. Como siempre, nos encanta saber sus dudas y comentarios.


Licda. Paola Toriello Passarelli
Nutricionista clínica educadora en Diabetes


6ª avenida, 7-39 zona 10. Edif. Las Brisas. Ofic. 401 A
Tel. 2385 9741 al 43
ptoriello@hotmail.com

sábado, 12 de diciembre de 2009

Se tomó su veneno hoy?


La respuesta a ésta pregunta probablemente es sí. Aunque usted no lo sepa. Y lo peor de todo es que probablemente también esté envenenando a su familia, sin haberse percatado de ello.

Comer bien...sano implica ingerir alimentos "seguros", es decir, libres de contaminación física, microbiológica y de pesticidas residuales, en adición a las otras características que percibimos como beneficiosas (sin colesterol, por ejemplo)

Por cierto, los niños, mientras más jóvenes, son más propensos a sufrir las gravísimas consecuencias de la acumulación de pesticidas en sus todavía frágiles organismos.

Estas aseveraciones no tienen la intención de causarle pánico, pero sí de informarle correctamente sobre la realidad nacional. Muy pocos hablan del tema, por lo delicado, por conflicto de intereses, o por ignorancia.

Sigamos.

Si usted compra sus frutas y vegetales en los mercados públicos (La Terminal, la CENMA, o cualquiera de los otros mercados municipales en el país) es bastante probable que los perecederos en mención contengan niveles de pesticidas residuales (químicos venenosos) muy por encima de los límites máximos recomendados por las agencias internacionales de agricultura y salud relacionadas con el tema.

Desafortunadamente hablamos de alimentos de consumo ordinario, alimentos que usted compra, cocina y consume en su casa todos los días. Pero que también consume en restaurantes y hoteles cuando sale "a comer fuera" y que, directa o indirectamente, también hacen sus compras de frutas y vegetales en los mismos lugares.

Pero, porqué estamos hablando de ésto?

Porque como nosotros producimos, procesamos y distribuimos los vegetales que vendemos, y lo hacemos siguiendo las más estrictas normas de Buenas Prácticas Agrícolas (normas y regulaciones de la certificación GlobalGAP) y conocemos la realidad nacional porque estamos en el negocio, sabemos exactamente de lo que estamos hablando.

Y porque creemos que, sabiendo del asunto y de sus graves consecuencias, tenemos la obligación moral de decírselo. Al final del día, usted está en total libertad de escoger en dónde hace sus compras de frutas y vegetales, pero al menos queremos que haga una decisión informada, y que asuma la reponsabilidad de sus decisiones, buenas o malas.

Pero, qué son los pesticidas y por qué tanta alaraca?

Explicándolo de una manera resumida y sencilla, son sustancias químicas diseñadas para "eliminar" insectos y microorganismos patógenos (hongos, bacterias, etc.) que afectan adversamente los cultivos y que, consecuentemente, ocasionan pérdidas económicas de importancia a los agricultores (algo así como "matar" moscas y cucarachas en su casa con el "Flit").

Estos productos actúan de diversas formas en los organismos que tienen que controlar. Afectan mortalmente sus sistemas nervioso, digestivo y respiratorio, entre otros efectos y reacciones letales. Es una "guerra química" literalmente hablando, y las enormes y poderosas empresas multinacionales de tecnología agrícola invierten miles de millones de dólares en investigación y desarrollo de nuevos productos cada año, aunque también es cierto que invierten para hacerlos más seguros para nosotros, los usuarios y consumidores.

Al igual que en los humanos, cada plaga o enfermedad tiene "su propia medicina". Y su propia dosis. Cuando se hace un uso correcto, responsable y seguro de los pesticidas químicos el efecto de control en las plagas y enfermedades logra su cometido, con un efecto colateral adverso en los consumidores y el medio ambiente muy bajo (el problema no está en los pesticidas químicos per se, sino en la forma de utilizarlos).

Digo muy bajo puesto que, efectivamene, si hay un efecto adverso innegable, sobre todo en el medio ambiente.

Entonces, en dónde está realmente el problema?

Vamos por partes.

El ciclo de vida de los insectos es de unas cuantas horas a unos cuantos días. Eso quiere decir que en un año pudieron haber miles de generaciones de insectos de la misma familia. Como la capacidad de adaptación de los insectos es asombrosamente eficiente, en esa cantidad de generaciones desarrollan resistencias a los pesticidas que se utilizan en su control y, adivinó bien, los pesticidas ya no los controlan cuando las aplicaciones se hacen en las dosis e intervalos recomendadas por el fabricante(es lo mismo que está pasando hoy en día, que algunos antibióticos ya no controlan todas las enfermedades que se suponía debían controlar, porque los virus o las bacterias mutaron)

Entre otras buenas prácticas, como "trampas" y rotación de cultivos por ejemplo, un programa de producción agrícola profesional lo que hace es implementar lo que se conoce como "alternación" de plaguicidas, lo cual quiere decir que no se utiliza el mismo producto, o molécula, de forma rutinaria. Se alterna su uso para, precisamente, no crear resistencias.

Debido a lo anterior, el agricultor tradicional, generalmente poco o nada educado sobre el tema y acostumbrado a un solo producto, y a una sola manera de hacer las cosas, aumenta peligrosamente las dosis y las frecuencias de aplicación con el fin de "liquidar" a las plagas cuando éstas se vuelven resistentes. Y tampoco respeta "el período de carencia", o sea, el lapso de tiempo que debe de transcurrir entre la última aplicación del plaguicida y la cosecha del producto, para que su residualidad esté abajo de los valores máximos recomendados.

Y entonces?

Pues resulta que las frutas y vegetales que usted compra para consumir sin conocer su origen y la forma en que fueron producidos, muy probablemente contengan pesticidas residuales que, aunque en pequeñas dosis, se van acumulando en su organismo, y en el de sus hijos, ocasionándole los mismos efectos adversos para su salud que el que ocasionan en las plagas y enfermedades que controlan. Afectan seriamente su sistema nervioso, inmunológico y respiratorio. Le ocasionan alergias, problemas gastrointestinales y, en ocasiones, cáncer. También son un factor de riesgo para la aparición de malformaciones congénitas y posiblemente, abortos.

Entiéndalo bien, estos venenos están diseñados para matar.

Utilizados correctamente son seguros y beneficiosos para la agricultura. Usados irresponsablemente, o ignorando sus implicaciones (muchísimos agricultores tradicionales son analfabetas) pueden ser la causa de muchos de sus problemas de salud, y los de otros miembros de su familia, sin que usted esté asociando la causa-efecto.

Y, cuidado aquí, si usted cree que porque lava bien sus frutas y vegetales se acaba el problema, pues déjeme decirle que no es así. Puede eliminar la contaminación física (tierra por ejemplo) y la microbiológica (proveniente de aguas de riego contaminadas) pero no elimina los pesticidas sistémicos que han ingresado al producto. No le cambian ni el sabor, ni el color, ni ninguna de sus otras características organolépticas, pero le matan lentamente. Son un asesino silencioso, pero muy efectivo.

Así es que, mi recomendación, por supuesto, es de que usted compre sus frutas y vegetales en establecimientos de reconocido prestigio, y que compre productos "de marca".

Las empresas o productores que venden en dichos establecimientos han tenido que pasar por un proceso de selección previa, son productores registrados en el MAGA y son auditados regularmente por los departamentos de aseguramiento de la calidad de dichos establecimientos (Walmart hace pruebas de residualidad sin advertencia, por ejemplo).

Ésto, por supuesto, no garantiza completamente que los productos sean seguros, pero, a no ser que usted produzca sus propias frutas y vegetales, es su mejor respaldo de que los productos que compra son seguros para consumir.

Efectivamente, hacer sus compras en el "super" es más caro. Pero puede ser la mejor inversión en salud que haga regularmente. Recuerde, su salud, y la de su famila, no tienen precio.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Seleccionando adecuadamente alimentos del grupo de las leches


En el artículo anterior, describimos las generalidades acerca de la dieta saludable para las personas con diabetes tipo 2. Hoy, empezaremos una descripción mas detallada de cada uno de los grupos de alimentos. Describiremos qué alimentos conforman cada grupo, sus beneficios sobre la salud y, también, como elegir los más saludables.

El grupo de las leches es el primero grupo de alimentos en las listas de intercambio. Este grupo lo conforman: leche (fluida y en polvo), leche de soya y sustitutos de la leche como yogurt, y, en el caso de Guatemala, la Incaparina.

La leche y sustitutos son parte esencial de una dieta saludable y balanceada pues son excelente fuente de calcio y vitamina D entre otros nutrientes. Son también una buena fuente de energía, pues contienen carbohidratos, los cuales son el combustible del cuerpo. En el caso de las personas con diabetes, este es un punto importante a tomar en cuenta, pues, aunque sean alimentos saludables, el exceso en la ingesta puede llevar a hiperglicemia.

Si bien la leche y sustitutos son muy saludables, debemos aprender a escogerlos adecuadamente, pues una mala selección puede llevar a ingerir un alimento con un contenido de grasa demasiado alto. Las opciones más saludables de este grupo son: leche descremada ó semidescremada, leche de soya SIN azúcar, yogurt bajo en grasa sin azúcar, Incaparina sin azúcar. Los demás alimentos, como la leche entera y yogurt entero tienen mucha grasa saturada, la cual es dañina para la salud cardiovascular y, por lo tanto, debe evitarse.

Como parte de una dieta balanceada se debe procurar ingerir entre dos y tres porciones al día de este grupo de alimentos. Una porción equivale a 8 onzas (1 taza) de leche, leche de soya, Incaparina ó yogurt descremado ó 4 cucharadas de leche descremada en polvo. Estos alimentos pueden complementar el desayuno ó bien, las meriendas de media mañana y media tarde.

La próxima semana continuaremos con la descripción del segundo grupo de alimentos, las frutas. Estaremos a la espera de sus dudas y comentarios.


Licda. Paola Toriello Passarelli
Nutricionista Clínica educadora en Diabetes

6ª avenida, 7-39 zona 10. Edificio Las Brisas, oficina 401 A
Tel. 2385 9741 al 43
ptoriello@hotmail.com

domingo, 29 de noviembre de 2009

Comiendo bien...sano cuando se tiene Diabetes tipo 2


En nuestro primer artículo hablamos acerca de las generalidades de la diabetes. El día de hoy nos enfocamos en profundizar un poco más en cuanto a la alimentación que debe llevar una persona con diabetes tipo 2.

Contrario a lo que mucha gente piensa, no existe “la dieta del diabético”. La dieta de una persona con diabetes NO es distinta de la dieta que debe seguir una persona hipertensa, o con dislipidemia, o simplemente aquella persona que busca comer sano. La dieta de una persona con diabetes no es más cara ni tampoco deberá ser aburrida e insípida, deberá basarse en tres principios básicos: calidad, cantidad y variedad.

Calidad: no se refiere a comprar los alimentos más caros, se refiere a la calidad intrínseca de cada alimento. Por ejemplo, es de mejor “calidad nutricional” un pan hecho con harina 100% integral que un pan hecho con harina refinada. Una dieta con buena calidad significa que la persona elegirá abundantes vegetales y hierbas frescos en lugar de enlatados, frutas frescas de temporada en lugar de frutas en conserva, granos y cereales integrales sobre los refinados, carnes magras sobre las cortes más grasosos, y lácteos descremados y grasas saludables para el corazón sobre aquellos llenos de grasas saturadas.

Calidad se refiere también al método de preparación de los alimentos. Una ensalada de vegetales frescos parece como una buena opción, pero si le agregamos una gran cantidad de aderezo alto en grasa, la calidad de esta comida cambia por completo y los riesgos para la salud de comer ese alimentos pasan a ser más que los beneficios.


Cantidad: el comer sano no implica tampoco quedarse con hambre. Parte de un estilo de vida saludable es comer porciones de alimento suficintes como para sentirnos satisfechos, por supuesto, sin caer en los abusos ni en los excesos. Deberá preferirse una mayor cantidad de hierbas y vegetales (la mitad del plato) por su alto contenido de fibra, vitaminas y minerales y su bajo aporte de calorías. Se podrá elegir una porción pequeña de proteína magra (2 a 3 onzas por comida) y complementar con dos a tres porciones de granos y cereales integrales.
Cada persona tiene requerimientos específicos según su estilo de vida y nivel de actividad física, por lo tanto, lo ideal cuando se tiene diabetes tipo 2 es buscar asesoría nutricional para determinar el aporte adecuado de energía y la mejor distribución de porciones de cada grupo de alimentos al día.


Variedad: una dieta saludable puede ser muy divertida, llena de colores, sabores y texturas. Parte esencial de una dieta sana es la variedad, pues es la única forma en que podemos garantizar que estamos llenando los requerimientos de cada una de las vitaminas y minerales. Una dieta sana nunca eliminará por completo ningún grupo de alimentos, simplemente buscará elegir, dentro de cada grupo, las opciones que son de mejor calidad (como se discutió en el inciso de calidad). Se debe tratar de comer diferentes alimentos de cada grupo a lo largo del día, pues cada uno aporta diferentes nutrientes, todos ellos importantes y necesarios.

Durante los próximos artículos estaremos revisando cada grupo de alimentos por separado. Describiremos que alimentos conforman cada grupo y definiremos cuales son aquellos de mejor calidad y de qué forma podemos asegurar una ingesta adecuada de cada uno de ellos.



Licda. Paola Toriello Passarelli
Nutricionista clínica educadora en Diabetes

6ª avenida, 7-39 zona 10. Edif. Las Brisas, oficina 401 A
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domingo, 22 de noviembre de 2009

Comiendo bien…sano durante las fiestas de fin de año


En las fechas que se aproximan es casi imposible dejar de comer. Surgen convivios de trabajo, reuniones familiares, reuniones con amigos, en fin, innumerables ocasiones en las que corremos el riesgo de ganar de peso si no tomamos algunas precauciones, y luego, por supuesto, cuando llega el año nuevo y nos vamos a la playa…empiezan el arrepentimiento y las resoluciones para el próximo año.

Para evitar caer en este círculo vicioso, les ofrecemos a continuación algunos consejos para evitar ganar esas libritas indeseadas durante las fiestas, por supuesto, comiendo rico, pero sobre todo…sano!

1. Planifique sus actividades. Si sabe con anticipación que tiene algún compromiso, planifique el resto de las comidas del día para que sean más livianas. Por ejemplo: si el compromiso es por la noche, almuerce una ensalada con 2 onzas de pollo a la plancha y ½ pan pita integral tostado. Deje la comida fuerte para la noche.

2. NO se salte tiempos de comida. El saltarse tiempos de comida provocará que en el siguiente tiempo usted coma de más. “no tengo tiempo” o “no tengo hambre” no son excusas válidas; parte de una dieta saludable es el mantener un horario estable de comidas, así que planifique y designe al menos 15 minutos para comer.

3. Evite “picar” en exceso. En toda reunión social se ofrece una variedad de boquitas y entremeses antes de la comida principal. Si su objetivo es mantener su peso, evite picar antes de la comida, o bien, elija comer un trozo pequeño de queso o algunos palitos de vegetales con dip. No es obligación que usted coma todo lo que le ofrecen!

4. Mantenga el tamaño de sus porciones bajo control. El hecho de que sean fiestas especiales no es justificación para comer sin medida. Para mantener su peso usted puede comer todo lo que le gusta, pero en porciones moderadas. Consuma porciones pequeñas de aquellos alimentos altos en calorías y…NO SE REPITA!!! Si aún no está satisfecho, coma un poco más de vegetales y beba suficientes líquidos sin calorías.

5. Coma antes de comer. El comer una pieza de fruta antes de asistir a un compromiso social le ayudará a no estar tan hambriento que termine comiendo de más. También le ayudará a estar cómodo si se atrasara el horario de la comida.

6. Cuidado con las calorías líquidas. Es muy fácil considerar las calorías de los alimentos, pero casi siempre olvidamos contemplar las calorías de las bebidas como parte del aporte diario de energía. Recuerde que el licor, aguas gaseosas, ponche de leche ó frutas, cocteles, etc. están llenos de calorías. Beba cualquiera de las anteriores con moderación y luego prefiera alguna bebida sin calorías, como agua mineral o refrescos Light. Si es mujer, limite su ingesta de bebidas alcohólicas a 1 por día, y si es hombre, el máximo es de 2 bebidas alcohólicas al día.

7. Manténgase activo. Durante estas fechas, una buena forma de mantener su peso y su salud bajo control es aumentar su nivel de actividad física. Agregue 15 a 30 minutos de ejercicio a su rutina diaria para compensar el extra de calorías que pueda ingerir en las reuniones sociales.

8. Aléjese de la mesa de la comida. Si la reunión es un coctel o un buffet abierto, evite estar cerca de la mesa de la comida, esto hará que indudablemente coma de más. Sírvase un plato de comida con la cantidad usual que come y aléjese de la mesa. Al terminar de comer, ocupe su mente en platicar con amigos y familiares, de esta manera, evitará el comer en exceso.


Recuerde que las recomendaciones anteriores son muy generales, si usted padece alguna patología específica (diabetes, hipertensión, cardiopatía, etc) lo ideal es acudir a la nutricionista para diseñar un plan de alimentación individualizado así como para determinar las mejores herramientas y conductas para hacer frente a las fiestas de fin de año sin poner en riesgo su salud.


Licda. Paola Toriello
Nutricionista clínica educadora en Diabetes

6ª avenida, 7-39, zona 10. Edificio Las Brisas, oficina 401 “A”
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domingo, 15 de noviembre de 2009

¿Qué es la Diabetes?


La diabetes es una enfermedad en la cual es cuerpo es incapaz de utilizar y guardar adecuadamente la glucosa. Para comprender la diabetes, primero es importante entender que el cuerpo utiliza los alimentos como fuente de energía.

El organismo cambia la mayoría de los alimentos que consumimos a una forma de azúcar llamada glucosa. La glucosa pasa del estómago hacia los intestinos, y de allí hacia la sangre. La sangre transporta la glucosa hacia los diferentes músculos y tejidos, y allí es utilizada para fabricar la energía que necesitamos para funcionar.

Para que este proceso se lleve a cabo, se necesita la presencia de una hormona llamada insulina, la cual es fabricada por un órgano llamado páncreas, el cual se encuentra detrás del estómago. La insulina es la hormona que se encarga de ayudar a que la glucosa pase de la sangre hacia las diferentes partes del cuerpo. Si una persona padece de diabetes, no producirá nada de insulina, o producirá poca insulina y de mala calidad, esto traerá como consecuencia que la glucosa no pueda pasar de la sangre hacia los tejidos, y por lo tanto se elevarán los niveles de glucosa en la sangre. A largo plazo, niveles elevados de glucosa en la sangre pueden ocasionar problemas y complicaciones que pueden llegar a ser muy serios.

Si bien la diabetes es una enfermedad que no tiene cura, sí se puede CONTROLAR, y, al lograr tener un buen control de la misma, se puede llevar una vida normal (con algunas excepciones como lo son los medicamentos y el cuidado en la alimentación y ejercicio) y se previenen las complicaciones a corto y largo plazo. Parar lograr el adecuado control de la enfermedad, será necesario que el paciente trabaje muy de cerca con su equipo de salud (médico, nutricionista/educadora, enfermera) pues serán éstas las personas que le ayudarán a manejar la diabetes y le enseñarán todo lo necesario para el correcto autocuidado de la misma.

Tipos de diabetes

Diabetes tipo 1:
Es una enfermedad autoinmune. En este tipo de diabetes, el páncreas es reconocido como un órgano extraño y es atacado por los anticuerpos del organismo, como consecuencia, sufre daños irreversibles y por lo tanto, ya no es capaz de producir insulina. Las personas que padecen este tipo de diabetes necesitan inyecciones de insulina desde el primer día en que son diagnosticadas. En adición a esto, deberán llevar un plan de comidas y de ejercicio regular.

Diabetes tipo 2:
Es el tipo de diabetes más común y de más rápido crecimiento en el mundo. En este tipo de diabetes, el páncreas ya no produce suficiente cantidad de insulina, y, la poca insulina que produce, no funciona bien. En las personas con diabetes tipo 2, el tratamiento es un tanto distinto. En este tipo de diabetes, las piedras angulares del tratamiento son un plan de comidas estricto así como un riguroso plan de ejercicio de manera rutinaria. En algunos casos, será necesario utilizar medicamentos orales, inyecciones de insulina o una combinación de ambos, en adición al plan de comidas y ejercicio para poder controlar la enfermedad.

Diabetes gestacional:
Es el tipo de diabetes exclusivo de las mujeres durante el embarazo. Se da a consecuencia de una serie de cambios hormonales que ocurren durante el embarazo y usualmente desaparece al momento de dar a luz. En este tipo de diabetes, será necesario un plan de comidas y, en algunos casos, inyecciones de insulina para lograr un adecuado control de la glucemia. Las mujeres que presentan diabetes durante el embarazo tiene mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 más adelante en la vida, usualmente, 5 a 10 años después de haber padecido la diabetes gestacional.


Cuidando de la diabetes

El mantener la glucosa en sangre bajo control es el mejor indicador de que se está controlando bien la diabetes. La meta del tratamiento de la diabetes es mantener la glucosa dentro de un rango determinado, el cual será definido como “meta”, al hacer esto, se reduce el riesgo de complicaciones a largo plazo.
Para la mayoría de personas, la meta antes de comer será tener una glucemia entre 90 a 130 mg/dl. Después de comer, la meta será tener una glucemia mayor que la preprandial que no exceda los 40 puntos de diferencia, por ejemplo, si la glucemia antes de comer era de 100 mg/dl, la glucemia después de comer deberá ser máximo 140 mg/dl.

El mantener la glucosa en la meta no significa que ya no se padezca de diabetes, simplemente significa que la diabetes está BIEN controlada y que el tratamiento está funcionando como es debido.

Existen varias cosas que la persona con diabetes puede hacer para mantener la enfermedad bajo control:
- Llevar un plan de comidas adecuado para poder hacer buenas selecciones de alimentos
- Mantener un plan de ejercicios regular
- Tomar los medicamentos como se indica
- Saber qué hacer cuando se está enfermo
- Tomar las medidas necesarias para prevenir hiper e hipoglicemias

Cada uno de estos puntos deberá ser discutido con el médico y la nutricionista/educadora.



Paola Toriello Passarelli
Nutricionista clínica
Educadora en Diabetes

6a avenida, 7-39 zona 10. Edif. Las Brisas, Ofic. 401 A
2385 9741 al 43

Introducción


Saber escoger sus alimentos puede ser más importante para su salud, y para la de nuestro medio ambiente, de lo que usted nunca imaginó. Y más importante aún, si usted también tiene bajo su responsabilidad la alimentación de su familia.


Con el afán de que ésta página sea de la mayor utilidad posible para nuestros suscriptores, en ralación con las decisiones que tomen sobre la apropiada y correcta selección de sus alimentos, vamos a crear una columna semanal de información y consejos, los días lunes, que llamaremos Comiendo Bien...sano


Ésta columna estará a cargo de la nutricionista Paola Toriello Passarelli (UFM 2005) capacitada en educación en Diabetes por el Joslin Diabetes Center de Boston, MA.


Así es que, a partir de ahora, además de ofrecerle productos alimenticios frescos, sanos e inocuos, esperamos contribuir de manera complementaria a su bienestar y al de su atesorada familia.